Miyamoto no concebía la idea de ver a Mario subido en una bicicleta
No cabe ninguna duda de que Mario Kart es una de las sagas más emblemáticas de la historia de los videojuegos. Entrega tras entrega, Nintendo acumula millones de ventas, congregando a jugadores de todo el mundo en las vertiginosas carreras subidos en karts, y en los últimos títulos, apostando por algo más de variedad en cuanto a vehículos.
No obstante, la saga podría haber dado un giro de 180º en la era de GameCube. Hideki Konno, productor de la franquicia, siempre ha querido incorporar en la marca elementos procedentes del mundo de las bicicletas BMX. Aunque en la querida máquina morada de Nintendo no pudo, sus deseos estaban puestos en la sucesora, Wii. Sin ir más lejos, el bueno de Konno ya tenía nombre para el posible título: Mario Kart X.
A pesar de que la idea pueda parecer de lo más prometedora, no gustó lo más mínimo a Miyamoto, quien finalmente daba carpetazo a la posibilidad de bicicletas en la saga. Aunque la idea no llegó a cuajar del todo, lo más parecido que vimos en Wii fueron las motos, elemento que gustó y mucho entre la comunidad de jugadores de la saga. Si bien las motos se perdieron la entrega de Nintendo 3DS, la compañía japonesa volvió a incorporarlas en WiiU y posteriormente en Mario Kart 8 Deluxe. Pero, ¿cuáles fueron los motivos que llevaron a Shigeru Miyamoto tomar esta decisión tan clara?